Into the Portal

[Pequeña reseña/opinión del original, sorprendente y entretenido juego Portal, parte de la Orange Box del Half Life 2, en la que comparto las experiencias que me han llevado a considerarlo una de las más gratas sorpresas que me he llevado en un buen rato.]

Suelo recordar con mucho entusiasmo mis bautismos en el mundo de los videojuegos. Recuerdo cuando las formulas no estaban (o no me resultaban) gastadas hasta el hartazgo y cuando cada nuevo juego traía consigo una impresionante y única experiencia de entretenimiento. Por sobre todo suelo rememorar con mucha nostalgia esa sensación que certificaba todo lo anterior: esas ganas de que el colectivo llegue rápido a casa pura y exclusivamente para poder seguir donde me había quedado.
Pero hace mucho tiempo que los RTS no me sacan el sueño como lo hicieron el Warcraft 2, Z y hasta Command and Conquer, que los RPGs no me resultan tan interesantes como el Baldur's Gate o el Final Fantasy VII y ni que hablar de la adicción que generaban los juegos mixtos como X-Com o Deus Ex.
Pero hace muy poco hubo un juego que me devolvió ese interés, esa emoción y ese noseque de salir de casa sin poder parar de pensar qué habría detrás de la próxima puerta. Ese juego fue Portal.

Seguramente hayan oído hablar de Portal antes. El juego levantó mucho revuelo cuando salió, con la gente pidiendo inmediatamente una continuación más extensa y desarrollada. Chistes sobre ciertos elementos del juego (en los que no ahondaremos para  evitar posibles spoilers) plagaron foros, servidores de videojuegos y revistas, mientras que un tema de su soundtrack se hizo muy recurrente en las radios de gaming como WoW Radio. Fue, de hecho, por culpa de ese tema que llegué a jugar Portal. Algún amigo me había comentado la premisa básica del juego: "es un fps en el que uno tiene una única arma capaz de general portales"..."excelente idea" pensé sarcásticamente mientras me imaginaba algún desarrollador de juegos siendo despedido por llevar una empresa a la quiebra. No podía estar más equivocado. Pero volviendo al cuento, yo me hallaba leyendo Coffe with Sargeras hacia el final de mis vacaciones, sin demasiado que hacer, cuando leo que Kel'Thuzad menciona dicho tema de la soundtrack. Aburrido de matar el tiempo siempre con lo mismo, decidí bajarlo y darle una oportunidad.

Se podría decir que la premisa de mi amigo era correcta: el juego es un FPS donde uno porta un único arma cuya función es la de abrir portales dimensionales. Lo que mi amigo olvidó mencionar es que en este FPS nuestro objetivo no tiene nada que ver con la habitual rutina de descuartizamiento y masacre que caracteriza al genero.
Portal es, ante todo, un juego de puzzles con un giro extra. Nuestro objetivo consiste en alcanzar la salida de la habitación de evaluación en la que nos encontramos para pasar hacia la próxima. Nuestra herramienta característica será la Portal Gun, capaz de abrir un portal azul en cualquier punto de la sala (techos, pisos, paredes, etc.) que nos conectará con el portal amarillo, prefijado en una posición dentro de la habitación. Cada nivel nos presentará nuevos retos y nuevas herramientas para resolverlos. Habrá ciertas superficies que no nos permitirán abrir portales sobre ellas. Habrá botones que se activan aplicándoles un cierto peso. Plataformas móviles, zonas que debemos evitar y otras herramientas varias entre las cuales cabe destacar un upgrade para nuestra Portal Gun que nos permite abrir tanto el portal azul como el amarillo, incrementando exponencialmente las posibilidades y libertades del jugador. Una vez concluidas las pruebas, el Aperture Science Enrichment Center ha prometido hacernos entrega de un delicioso pastel a modo de premio.

Los puzzles no son demasiado difíciles, si bien varios se distinguen por su originalidad. Lo que hace a este juego diferente de otros como T.I.M es la constante compañía de GLaDOS, una computadora encargada de supervisar las pruebas del Aperture Science Enrichment Center. Sus cómicos e intrigantes comentarios, junto a otros detalles observables por los jugadores más atentos, desarrollan lentamente una historia que se vuelve más atrapante con cada prueba que pasa, aumentando el suspenso y la especulación a cada paso. Si a eso sumamos que los puzzles, lejos de caer en monótona repetición, se tornan originales mientras acompañan la historia sin llegar al punto de ser imposibles o tediosos, la experiencia de juego se torna increíblemente divertida.

Lo único que podría llegársele a objetar al juego (en mi opinión) es que peca de corto. Valve Software ha dicho explícitamente que no sabían muy bien como reaccionaría la gente a Portal y prefirieron hacerlo más un "extra" que un juego completo, por lo que la totalidad de los niveles pueden pasarse de corrido en una tarde.
Este pequeño contratiempo, sin embargo, puede solucionarse con los millares de mapas extra que pueden conseguirse a lo largo y ancho de internet, con cientos de puzzles más para completar.
Obviamente, la mayoría de ellos no contarán con el desarrollo argumental ni con la atrapante compañía de GLaDOS, ambas cosas que (en mi opinión) son la marca distintiva y el lado más interesante de Portal.

Portal no es un juego que pida demasiada maquina, ni que requiera demasiados frames para resultar jugable. La naturaleza más intelectual de la mayoría de sus puzzles hace que uno pueda sacrificar cierto grado de fluidez gráfica sin que ello implique ser sodomizado por un strogg o un superdemonio.
Asimismo está ampliamente distribuido y es muy fácil de conseguir (tanto legal como ilegalmente) y ocupa tan solo 1.5 GB en la computadora.

Ya sea por lo atrapante de su historia, lo adictivo y totalmente original de su modo de juego o por el mero hecho de haberme devuelto la fe en la industria de los videojuegos, no podía dejar pasar esta oportunidad para recomendarle Portal a cualquier lector casual de este blog.

Comentarios