[D&D-A] - Diálogos en la obscuridad
La sesión comenzó exactamente donde había terminado la anterior, con Valyghar y Alexander refugiandose de una terrible ventisca en lo que a todas luces parecía un escondite secreto en desuso. El uso del hechizo de luz por parte de Alexander había hecho incuestionablemente evidente a los ojos de Valyghar que este podía (muy en contra de las normas del Orden) utilizar magia. Un incomodo silencio había caído en la pequeña sala cavernosa tras unas primeras expresiones de reprobación y desilusión.
Pasado unos momentos, Alexander rompió el silencio preguntando - "¿Qué es lo que te defrauda? ¿Qué pueda usar magia o que te lo haya ocultado?" -
A lo que Valyghar respondió cortantemente: - "Que lo hayas ocultado. Es grave, y lo sabes."-
-"Intenté decírtelo en tu casa"- objetó Alexander -"Cuando te hablé sobre mis visiones y sobre el terrible destino que se avecina"-
Pero Valyghar seguía atónito. -"No dijiste que podías utilizar magia. Tengo que entregarte..."- dijo, mitad a su compañero, mitad a si mismo.
- "¡No quisiste verlo!"- Le replicó Alexander, pero Valyghar rapidamente lo interrumpió iracundamente y dijo -"¡Te desviaste, Alexander! Ya no eres un buen hombre!"
Alexander estaba sorprendido: -"¿De verdad pensás que soy un peligro para el sistema? ¿Después de todo lo que he hecho? ¿Después de todo lo que hemos enfrentado?"-
Pero Valyghar se encontraba inamovible y con taxativa solemnidad respondió: -"Si, Alexander. La magia corrompe."-
Ante lo cual, fue Alexander quien no pudo mantener la calma: -"¡No!"- exclamó vivamente -"¡Es el hombre quien corrompe la magia! ¡Es este Orden el que la presenta como algo antinatura, cuando no es más que parte de la expresión de cada uno!"-
-"¿Te imaginas un mundo lleno de magia?" - respondió amenazante Valyghar, acercándose a Alexander como intentando ocultar el peligro que albergaban sus palabras. Sin embargo esto distó de intimadar a Alexander, quien solamente repsondió -"El mundo está lleno de magia."-
-"Ah, entonces es el Orden el que está mal, ¿eh?"- exclamo al instante Valyghar en un tono irónico y burlón, a lo que Alexander respondió: -"No lo sé. En parte, si. Pero no creo que haya que destruirlo por completo. El orden es necesario...pero tal vez no este Orden."-
La cara de Valyghar expresaba una mezcla de rabia, estupor y temor. Un nuevo silencio inundó la habitación. Fue el León de Argos el que tuvo que tragar bastante saliva esta vez, antes de poder responder al sedicioso comentario de su compañero: -" Has cambiado, Alexander. Ya no se puede confiar en ti. Honestamente, no sé por qué motivo seguimos juntos."-
-"Tu también has cambiado, Valyghar. Tal vez has dejado que la gloria y la fama te corrompan."- respondió Alexander, acpetando el desafío -"¡Tu no solías ser como Ventisca o Nemfre! O como el Consejo Arcano..."-
-"¡Y no lo soy!"- replicó Valyghar furiosamente.
-"Ah, ¿no?. ¡Estás hablando de entregarme! Incluso cuando sabés bien que no soy una amenaza y que he luchado siempre a tu lado!"- dijo Alexander, pero Valyghar rapidamente respondió: -"No últimamente. No luchaste a mi lado cuando apareció esa misteriosa Lumenae. ¡Tampoco estabas a mi lado cuando decidiste fugarte y enfretar en combate singular al asesino del Fenix Negro! De hecho, ¡hace bastante tiempo que no pareces estar luchando a mi lado!" -
Y un nuevo manto de silencio inundó la habitación, separando durante algunos minutos a los dubitativos aventureros.
-"Luchamos en pos de la misma cosa"- aventuró Alexander, con aire reconciliador.
-"No."- respondió Valyghar -"Luchamos por cosas diferentes. Yo, por el Ornde, por el Reino, por la gente. ¿Tu? ¡Tu solo luchas por ti mismo!. Has cambiado, Alexander. Yo nunca te habría abandonado."-
Ese reproche parecíó tocar una tecla en alguna parte de Alexander. Tras una breve pausa, este procedió a responder calmadamente: -"Uno no elige su destino, Valyghar. Pero, en cierto sentido, si lo hace. Y en elegirlo radica nuestra única posibilidad de ser libres. Es nuestra única elección. Si yo estoy aquí ahora, es por mi destino. Tu, Valyghar, no solías ser así. Solías ser como Ramgast."-
Y en ese momento, interrumpiendo su cadena de pensamientos, fue como si una gélida voz del pasado le surrusase en su cabeza -"¿Y que sabés tu sobre Ramgast?"-. Pero alexander no se dejó distraer y continuo con su idea, respondiendole en turno a las voces en su cabeza: -"Ramgast me llevó con Rhadika, mi maestra en los bosques."-
Pero la voz del pasado no pensaba conformarse con esa respuesta, y con satírico tono burlón exclamó "¡Un genocida arrepentido lleva a un joven idealista co nuna revolucionaria fracasada! Gran ejemplo de vida, ¿eh?. Valyghar al menos es más honesto y constante con sus ideales."-
Pero antes de que Alexander pudiera registrar lo que la voz del pasado le decía, Valyghar dijo, en tono frustrado: -"¿Por qué viniste? ¿Por qué ahora, tras dos años?"-
-"Para salvarte."- respondió secamente Alexander
-"¡Mentira! ¡Viniste para probarte a vos mismo! ¡Para utilizar lo que sea que hayas aprendido en ese bosque!"- reprochó Valyghar.
-"No. Yo sé cosas que otros no saben. Las he visto en mis visiones, te las he dicho."- explicó Alexander, pero eso solo pareció frustrar más a un de por si enfurecido Valyghar
-"Vos crees que tenés la verdad absoluta, ¿no?. ¿Desde cuando? ¿Desde que estuviste en ese bosque?"-
-"¡Lo que te digo es cierto!"- respondió Alexander -"¡Ya pedí perdón por mis errores! ¡Pensé que podía hacer cosas que no podía!"-
Valyghar no parecía convencido. Mirandolo de reojo dijo: -"Es como la magia. Te está corrompiendo."-
En ese momento Alexander tomó la antorcha que magicamente brillaba gracias a su hechizo de luz, y volvió a intentar explicarle a Valyghar su visión de como la magia no era lo que los Jueces decían, algo peligroso y anti natural que debía ser controlado y reprimido, sino una parte inherente de la expresión de cada ser vivo. Como todos llevaban sus energías en su interior y podían, potencialmente, aprender a dominarlas.
Pero Valyghar distaba de estar conmovido, muchos menos convencido con la opinión de Alexander.
-"No, Alexander"- dijo taxativamente Valyghar -"Lo que vos estás proponiendo es ¡quitarnos al Orden, quitarnos opciones!. Este Orden es necesario para nuestro modo de vida, nos da las alternativas de las que gozamos día a día. Tu propuesta nos llevaría unicamente al caos..."-
-"Pero Valyghar, ¡no me estás escuchando!"- replicó Alexander -"Los dos creemos en el Orden. Es solo desde ahí desde donde podemos construir algo."-
-"¡A vos no te interesa construir nada conmigo!¡Solo cuestionar el Orden!"-
-"¡Claro que me interesa, Valyghar!. Volví por algo."-
-"Porque podrías haber muerto. Siempre venís cuando estás al borde la muerte..."- dijo Valyghar, un tanto ofendido.
Pero Alexander respondió: -"¡No!. Yo vine de los lejanos bosques, en los que podría haberme quedado con gente que pensara igual que yo, volví con vos porque he visto algo terrible. Algo que solamente juntos podemos enfrentar. ¡Acabaoms de cruzar una tormenta terrible que casi nos mata, porque vos tenés que encontrarte con alguien en Portuaria! ¡Y yo me mantuve a tu lado todo el tiempo!"-
-"¿Sabés por qué?"- continuó Alexander tras una breve pausa -"Porque es nuestro destino estar juntos."-
Valyghar parecía, finalmente, conmovido. Un nuevo tipo de silencio llenó la sala y, durante un tiempo, los guerreros tuvieron que desviar la mirada el uno del otro. Pasado unos momentos, Alexander tomó nuevamente la antorcha que brillaba magicamente y preguntó con resignación: -"¿Qué vamos a hacer?"-
-"No sé, decime vos. Vos sos el que ve el destino, ¿no? ¿Qué te dice tu destino?"- respondió burlonamente Valyghar. Su tonó ofendido, pero irrisorio, daba clara cuenta de su intención de superar de la manera más amena posible este impaz... al menos hasta cierto punto.
Tras algo de deliberación, los guerreros determinaron que lo primero y principal era recuperarse de los efectos de la tormenta. Necesitarían un fuego para calentarse, descansar y sacudir los efectos del frío al que se habían expuesto. Lamentablemente, sin antorchas que estuviesen secas, alguna otra cosa debería pagar el precio. La poco usada tienda de campaña pareció la mejor opción y fue rápidamente inmolada en pos de un poco de luz y calor, junto a la cual descansaron durante otra hora. El chisporroteo de la llama siendo el único sonido disponible... a excepción de la voz del pasado, que una vez más asaltó a Alexander diciendole en su cabeza: -"Si la persona que tenés al lado es minimamente competente, en algún momento vas a cruzar espadas con él. ¿Qué planeas hacer entonces con tu idealismo barato? ¿Y cuanto tiempo vas a seguir manteniendole cosas en secretos y demandando su confianza a cambio? Tu hipocresía comienza a aburrirme."- Pero Alexander, incapaz de responder, simplemente se limitó a sonreir.
Una vez hubieron recuperado el calor corporal y sacudido los molestos efectos de la tormenta, el duo de aventureros optó por explorar cuidadosamente su temporal refugio. Avanzaron por un sencillo y rústico túnel hacia su izquierda, hasta encontrar un par de escalones que ascendían hacia una desvencijada puerta de madera, quebrandose los escasos remanentes de la oxidada cerradura en la mano de Valyghar por el simple hecho de intentar abrirla. Poca resistencia opuso la putrefacta madera a la fuerza combinada de los dos aventureros y, tras derribar la puerta, estos se encontraron en lo que evidentemente había servido en el pasado como una sala de comando, cuarto de estrategia o algo similar.
Resistentes vigas servían de soporte para la primer habitación cuidadosamente construida. Un mapa, desdibujado por el lento avance de los hongos, mostraba una versión algo desactualizada de la Bahía Dentada. A los costados, las paredes poseían múltiples bibliotecas (en un estado deplorable) plagadas de códices, folios y libros que la humedad y el abandono había tornado en el mejor de los casos ilegibles... y en el peor imposibles de abrir siquiera. Finalmente, el centro de la sala estaba ocupado por lo que, en algún tiempo pasado, había sido un costoso escritorio e, incluso en su deteriorado estado actual, albergaba algunos documentos.
Tras depositar la antorcha-mágica sobre el escritorio, Alexander y Valyghar buscaron con detenimiento en la habitación por cualquier objeto de valor o interés que pudieran encontrar, pero todo se encontraba demasiado putrefacto o desecho para ser de cualquier utilidad... a excepción de un puñado de cartas. Ordenadas cronológicamente, decían lo siguiente:
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Querido
Rennan:
Hace
ya cuatro años que este conflicto invade nuestras vidas, robándonos
nuestra juventud, nuestros amigos y nuestra libertad. ¿No te
preguntas, aveces, si todo esto ha valido la pena?
Las
primeras protestas de por si fueron algo bastante malo y terminaron
de un modo suficientemente violento. Pero ahora todo parece ir de mal
en peor. Cada vez más gente se levanta contra el Orden y cada vez es
más común que una reunión se torne en un amotinamiento... y un
amotinamiento en una masacre.
No me malinterpretes. Aún creo en la causa. Aún creo que hay algo mal en todo esto, que los Jueces poseen mucho más poder del que necesitan. Que tenemos un derecho a proliferar y a aprender en libertad...que somos lo suficientemente maduros como para sostener las consecuencias de nuestros actos. Es solo que te imagino allí, acampando a la intemperie, manteniendo un ojo abierto toda la noche en caso de que el Magisterio aparezca...
No me malinterpretes. Aún creo en la causa. Aún creo que hay algo mal en todo esto, que los Jueces poseen mucho más poder del que necesitan. Que tenemos un derecho a proliferar y a aprender en libertad...que somos lo suficientemente maduros como para sostener las consecuencias de nuestros actos. Es solo que te imagino allí, acampando a la intemperie, manteniendo un ojo abierto toda la noche en caso de que el Magisterio aparezca...
Quisiera
que me prometas que todo va a estar bien. Que, algún día, los demás
entenderán nuestra causa y que los Jueces entrarán en razón. Que
todo esto no acabará en un inmenso baño de sangre. Que volverás a
casa, sano y salvo... Pero soy consciente de lo injusto que eso
sería.
Así
que solo promete hacer tu mejor esfuerzo y no rendirte nunca. No
ceder ante la angustia, el cansancio o la desesperación. Tomar
fuerza y coraje del recuerdo de nuestro hogar, no tristeza o
flaqueza. Prométeme que continuarás manteniendo un ojo vigilante
durante cada noche, hasta que el amanecer de una nueva era te
devuelva, triunfal, a nuestro lecho.
Eternamente
tuya, Felicia.
Invierno
del 467
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Rennan:
Las
cosas se están complicando más rápido de lo que están mejorando.
El Magisterio está cambiando las reglas del juego, y parece que
enlistarán al Ejercito Regular para declarar una guerra total contra
la resistencia. ¿¡Qué carajo se les metió en la cabeza?!
Como
si la persecución política no fuera suficiente, ¿ahora nos atacan
como si de gnolls se tratase? No puedo creer que el Consejo Arcano
llegase a esto. Es inadmisible.
Pero,
en cualquier caso, tu campamento ya no es lo suficientemente seguro.
He hablado con algunos líderes, y parece que la idea es escondernos
bajo tierra (literal y figurativamente). Aparentemente, vamos a dejar
de manifestarnos tan seguido y buscaremos hacer menos apariciones,
pero más demostrativas y terminantes. La idea es proteger las
identidades de nuestros miembros, sin perder visibilidad.
Pero los líderes están verdaderamente preocupados de esto vaya a tener éxito. Tu hermano está de acuerdo con ellos. Deberias haberlo visto hablando en la última asamblea. Quién diría que el pequeño sería tan buen orador, ¿eh? En cualquier caso, quieren estar listos por si lo peor se repite...o, incluso, empeora. Así que lo que haremos será buscar cuevas, grutas, ese tipo de cosas, y ocuparlas. Aparentemente la Bahía Dentada está llena de ellas y posee toda una serie de canales subterráneos que podríamos utilizar. No sé de dónde sacó esta información tu hermano, pero parece bastante cierta: algunos muchachos ya pusieron manos a la obra y encontraron varios escondites. Lo que es mejor: parece haber alguna forma de esconderlos de la magia de los Jueces, así que podrían tornarse refugios permanentes.
Pero los líderes están verdaderamente preocupados de esto vaya a tener éxito. Tu hermano está de acuerdo con ellos. Deberias haberlo visto hablando en la última asamblea. Quién diría que el pequeño sería tan buen orador, ¿eh? En cualquier caso, quieren estar listos por si lo peor se repite...o, incluso, empeora. Así que lo que haremos será buscar cuevas, grutas, ese tipo de cosas, y ocuparlas. Aparentemente la Bahía Dentada está llena de ellas y posee toda una serie de canales subterráneos que podríamos utilizar. No sé de dónde sacó esta información tu hermano, pero parece bastante cierta: algunos muchachos ya pusieron manos a la obra y encontraron varios escondites. Lo que es mejor: parece haber alguna forma de esconderlos de la magia de los Jueces, así que podrían tornarse refugios permanentes.
Así
que tu debes poner manos a la obra también. Ve de encontrar algún
lugar donde poder mudar tu campamento y resguardate hasta que las
cosas estén menos confusas. Envíame noticias en cuanto las tengas.
Hasta
la victoria,
Brim.
Verano,
468
PD:
Felicia te envía todo su amor.
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Rennan:
¿Cómo
estás? ¿Cómo va quedando tu nuevo refugio? Me encantaría enviarte
esta carta con buenas y felices noticias, pero me temo que esos
tiempos han quedado bien atrás. Los líderes parecen bastante
decididos a combatir fuego con fuego, y están comenzando a
considerar la posibilidad de juntar fuerzas con otros grupos
rebeldes...
¿Qué
quieres que te diga? La idea no me gusta nada. A mis ojos, esos locos
del Fenix Negro son solamente un grupo de extremistas, igual de malos
que los que queremos modificar. Y no es solamente su compañía lo
que me preocupa.... son sus métodos. Aparentemente la vieja
“política” ya no es suficiente...o suficientemente rápida.
No
puedo culparlos, con el Ejercito Regular haciendo sus primeras
demostraciones de brutalidad, no me sorprende que quieran empezar a
llenar los escondites de armas y armaduras. ¿Pero estamos midiendo
adecuadamente la situación? ¿Qué va a pasar si todo esto escala
fuera de control?
Tu
hermano no parece muy preocupado, por cierto. De hecho, en la última
asamblea dió un muy elocuente discurso a favor del Fenix Negro. El
muchacho arengaba a la gente, a tomar armas y devolver todo el daño
sufrido. No me malinterpretes, sabes que el chico me cae tan bien
como a cualquiera...pero de verdad creo que no tiene del todo claro
lo que está proponiendo. Sí, es verdad, cada vez tenemos más
adhesión en los pueblos y ciudades, y aún más con cada represión
o demostración pública de violencia que el Orden lleva a cabo...
¿pero cuál es la idea? ¿una guerra abierta? ¿entre nosotros? Tan
solo imaginar el coste en vidas que eo significaría.... es una
locura.
Tan solo quería ponerte al tanto... o desahogarme un poco, no lo sé. Felicia está bien, tan radiante como siempre. Todos los días te menciona en algún momento. Si tan solo no la tuviesen tan vigilada, la llevaría yo mismo a tu refugio.
Hasta
tiempos mejores,
Brim
Otoño
469
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Teniente Rennan:
La
emboscada ha sido un completo éxito y hemos conseguido un buen
cargamento de provisiones y equipo para repartir entre los refugios.
La caravana tenía tan solo un par de guardias. Les dimos viva voz de
alarma y les ofrecimos la retirada, tal como usted nos ordenó, pero
ellos la rechazaron desafiantemente. Me temo que la perdida de vidas
no pudo ser evitada.
Nuestro
grupo no sufrió bajas, pero uno de nuestros hombres sí resultó
herido de gravedad. Le hemos administrado los primeros auxilios y
creemos que está estable, pero no parece poder caminar por si solo.
Esperemos que pueda recuperarse rápidamente una vez volvamos a
nuestro refugio.
Continuaremos
movilizandonos un par de días más, para asegurarnos de que nos han
seguido, y emprenderemos el retorno al refugio.
Rigio,
cabo de la quinta unidad.
Verano
470
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Hermano:
Se
ha comentado que has tenido un percance con el hombre que envié para
entrenar a los soldados de tu refugio. Debo admitir que no me ha
sorprendido en lo absoluto, Orzan puede ser un hombre bastante tosco,
cuando no se lo trata adecuadamente. Pero, por otro lado, no puedo
omitir el hecho de que tu decisión de expulsarlo del refugio me ha
preocupado mucho.
¿Has
medido las consecuencias políticas que tal arrebato podría tener?
Sé muy bien que ni a vos, ni a Brim, les ha gustado nunca el recibir
la ayuda del Fenix Negro. Pero deben comprender que lo que ha sido
decidido, en soberana asamblea, supera con su legitimidad las dudas
que cualquiera de nosotros, en tanto individuos, podamos albergar.
¿Acaso no es ese el motivo por el que combatimos? ¿Alcanzar un
nuevo tipo de orden, más equitativo e igualitario?
Pero no es solo el hehco de haber actuado en contra de la asamblea lo que me ha preocupado, hermano. Es la posibilidad de perder tan fieros aliados. Puedes ser que tengas razón, y Orzan no sea más que “bruto sádico y demente”, pero sus compañeros han probado ser tanto...tanto más. Sus números y sus conocimientos nos han abierto las puertas a nuestras grandes victorias contra el Orden, que ya comienzan a acumularse en cantidad. ¿No han sido ellos quienes nos han enseñado lo que los Jueces nos han prohibido por tanto tiempo? ¿No han sido ellos quienes nos revelaron la existencia de los Nodos Telúricos? ¿No fueron ellos quienes instruyeron a nuestros líderes en como ocultar nuestros refugios de la magia de los Jueces?
Pero no es solo el hehco de haber actuado en contra de la asamblea lo que me ha preocupado, hermano. Es la posibilidad de perder tan fieros aliados. Puedes ser que tengas razón, y Orzan no sea más que “bruto sádico y demente”, pero sus compañeros han probado ser tanto...tanto más. Sus números y sus conocimientos nos han abierto las puertas a nuestras grandes victorias contra el Orden, que ya comienzan a acumularse en cantidad. ¿No han sido ellos quienes nos han enseñado lo que los Jueces nos han prohibido por tanto tiempo? ¿No han sido ellos quienes nos revelaron la existencia de los Nodos Telúricos? ¿No fueron ellos quienes instruyeron a nuestros líderes en como ocultar nuestros refugios de la magia de los Jueces?
Sinceramente
creo que les debemos nuestro respeto, sino incluso más.
Hubiera
sido hermoso poder evitar caer en los feroces tiempos que corren,
hermano, y que los excelentes argumentos que esgrimiste en Antioch no
hubieran caído en los oídos sordos de decadentes megalómanos.
Pero, lamentablemente, la historia ha elegido un camino mucho más perverso. Y es nuestra misión estar a la altura de la historia, incluso por sobre las cenizas del presente.
Pero, lamentablemente, la historia ha elegido un camino mucho más perverso. Y es nuestra misión estar a la altura de la historia, incluso por sobre las cenizas del presente.
Lyran
Invierno
del año 470
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Llegado este punto, Alexander detuvo la lectura para preguntarle a Valyghar si sabía lo que eran los "Nodos Telúricos"... o, mejor dicho, si quería saberlo. Según Rhadika le había enseñado durante su entrenamiento, existen en Arcadia una suerte de canales, líneas o sendas que canalizan las energías mágicas que naturalmente yacen en todas las cosas. Estas lineas forma una suerte de red, y los puntos de intersección de las líneas telúricas forman grandes concentraciones de energías mágicas, los cuales son los susodichos Nodos Telúricos. Un hechicero experimentado puede conectarse con las energías contenidas en los nodos y utilizarlas a su favor. Del mismo modo, los más grandes engranajes de maná son construidos depletando las energías mágicas contenidas en los Nodos Telúricos.
Finalmente, y de gran importancia, las características Torres de los jueces siempre se construyen sobre grandes y ricos Nodos Telúricos. Si bien el mecanismo detrás de ello es altamente secreto, fue sabido durante el Anómicos que el poder de los Jueces está conectado a su Torre y, por extensión, a su respectivo Nodo Telúrico; perdiendo la gran mayoría de su poder al alejarse de ella.
Finalmente, y de gran importancia, las características Torres de los jueces siempre se construyen sobre grandes y ricos Nodos Telúricos. Si bien el mecanismo detrás de ello es altamente secreto, fue sabido durante el Anómicos que el poder de los Jueces está conectado a su Torre y, por extensión, a su respectivo Nodo Telúrico; perdiendo la gran mayoría de su poder al alejarse de ella.
En este sentido, aprovechó Alexander para insistirle a Valyghar en que los Jueces no eran escencialmente diferente de los demás hombres. Todo lo que era especiales de ellos provenía de su conocimiento sobre como conectarse con el poder de los Nodos Telúricos. Y nada más.
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Teniente
Rennan:
Más
malas noticias, me temo. Muy malas. Dos Jueces del Circulo Solvedi
cayeron sobre uno de nuestros refugios durante la noche. Diokles y
Sincled. Fue una masacre. El refugio estaba lo suficientemente
alejado del Nodo Telúrico como para que no pudieran usar los poderes
de su traje... pero, de todos modos, su magia fue devastadoramente
poderosa. Es el cuarto refugio que cae en el último mes, y nuestras
bajas siguen multiplicándose.
Para colmo de males, no he tenido noticias de tu hermano desde que se enlistó en el Fenix Negro. Estoy seguro de que estará bien (esos bastardos cuidan bien a los que tienen suficiente cerebro como para serles útiles), pero aún así creí que deberías saberlo.
Para colmo de males, no he tenido noticias de tu hermano desde que se enlistó en el Fenix Negro. Estoy seguro de que estará bien (esos bastardos cuidan bien a los que tienen suficiente cerebro como para serles útiles), pero aún así creí que deberías saberlo.
¿Recuerdas
como era todo antes de que esto pasase? ¿Dando clases a un grupo de
mal criados? ¡Como nos quejábamos de eso entonces! Parecía que
cualquier cosa en el mundo sería mejor...cualquier cosa. Felicia ha
estado muy deprimida últimamente. No puedo culparla, honestamente.
Ayer volvieron a entrar en su casa mientras no estaba, y un rufián
del Magisterio volvió a interrogarla esta mañana. Pero, ¡tendrías
que verla! ¡Con que firmeza asegura no tener la más pálida idea de
dónde estás! Gritando cosas como “¡¿Te crees que estaría aquí
si tuviera alguna idea?!” jajajaja, realmente te ganaste la lotería
con ella, Rennan.
Pero
hay más. Ayer también llegaron las resoluciones de la última
asamblea. Tu carta se leyó, como pediste, y al parecer fue recibida
con gran emoción y aplausos. Los líderes, por su parte, parecen muy
satisfechos con nuestros progresos. Aseguran que el Orden se está
tambaleando, y que más y más gente está despertándose a la
causa. Incluso masacrándonos, los Jueces parecen estar perdiendo la
batalla política y por mucho. Probablemente por eso estén
movilizando tanto a los Jueces. Y eso me lleva al punto que estoy
demorando en decirte.
Nuestros informantes nos dicen que Ramgast se dirige a la Bahía Dentada y que tiene ordenes de darte caza. Rhadika lo ha confirmado, y se ha movilizado para interceptarlo en el camino. Pero todos hemos oído las historias sobre como se ganó el título de “Holocausto”. Debemos tomar precauciones.
Al
parecer esto se debatió en la asamblea y se llegó a una decisión.
Si Rhadika falla, deberás tomar una piedra de bloqueo y partir
inmediatamente de la Bahía Dentada. Aún estamos arreglando los
detalles, pero los tendrás en la próxima carta.
Lamento
mucho que haya llegado a este punto, mi buen amigo.
Hasta
que la tormenta se detenga.
Teniente
Brim.
Invierno,
471
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En ese momento la voz del pasado asaltó nuevamente a Alexander diciendole: -"¡Héroes de guerra! ¡Verdaderos héroes! No como los imitadores de pacotilla que hay hoy..." -
Pero Alexander disipó la voz recordando en voz alta que Rhadika había sida su maestra durante sus dos años de entrenamiento en el bosque y que Tom Ramgast había sido mentor tanto suyo como de Valyghar (refiriéndose aquí a las varias campañas en las que estos dos aventureros se conocieron, hace más de dos atrás). La voz del pasado, sin embargo, no se mantuvo en silencio: -" "Nuestro mentor", ¿Eh?... hablando sobre memoria selectiva..."-
-"No lo entiendo, Alexander."- dijo Valyghar -"No expresan por qué combaten al orden, no dejan en claro sus motivos."- El silencio volvió a la habitación. ¿Podía ser la consternación del León de Argos una coraza frente a un nuevo y desconocido miedo? ¿El miedo de comenzar a albergar, muy en el fondo de su ser, una duda?
Alexander retomó la palabra y dijo, pensativo, -"Todos cometían excesos. El Orden, el Fenix Negro, la resitencia."-
-"... y vos..."- le susurró sínicamente al oído la voz del pasado.
-"Y nosotros."- admitió Alexander
Pero Valyghar no salía de su asombro: -"¿Ramgast? ¿"Holocausto"?" -
-"Ya lo había dicho La Bruja, cuando la enfrentamos en las ruinas élficas cercanas a Aldaron, ciudad de Tom Ramgast. ¿Lo recuerdas?. El apareció en el último momento, justo después de que interrumpieramos el ritual de La Bruja. Parecían conocerse y ella lo llamó así."-
-"...como olvidarlo..."- susurró irónicamente la voz del pasado.
Pero Alexander no se dejó molestar. En cambio, se preguntó: -"¿Por qué habremos encontrado estas cartas en este momento. ¿Sera esto un signo de los tiempos por venir?"-
-"Es historia..."- respondió cortantemente Valyghar.
-"No el Fenix Negro"- replicó Alexander
Pero la respuesta vino, una vez más, de la voz del pasado: -"¡Valyghar tiene razón! ¡Es historia! La historia de tus héroes y mentores, de los ejemplos que tan fielmente sigues: una revolucionaria fracasada y un genocida arrepentido."-
No se habló más. Los aventureros se limitaron a dar una útlima mirada al lugar, guardaron las cartas y siguieron su camino, no sin antes cruzarse con lo que parecía ser un estropeado mapa. Tras detenerse un par de segundo en descifrar las palabras que más claramente se entendían (las 10 millas de distancia, y el que una entrada estuviera de cara a Lansdow y la otra de cara Portuaria), gastaron algunos infructuosos momentos en intentar determinar su actual posición en dicho mapa. Pero nada parecía cuadrar, dadas las elecciones que habían tenido hasta el momento. Sin dejar que eso los apesumbrase demasiado, confiaron en que las cosas se aclararían y, guardandose el mapa para ellos, recogieron la antorcha-mágica para seguir explorando.
Pero Alexander disipó la voz recordando en voz alta que Rhadika había sida su maestra durante sus dos años de entrenamiento en el bosque y que Tom Ramgast había sido mentor tanto suyo como de Valyghar (refiriéndose aquí a las varias campañas en las que estos dos aventureros se conocieron, hace más de dos atrás). La voz del pasado, sin embargo, no se mantuvo en silencio: -" "Nuestro mentor", ¿Eh?... hablando sobre memoria selectiva..."-
-"No lo entiendo, Alexander."- dijo Valyghar -"No expresan por qué combaten al orden, no dejan en claro sus motivos."- El silencio volvió a la habitación. ¿Podía ser la consternación del León de Argos una coraza frente a un nuevo y desconocido miedo? ¿El miedo de comenzar a albergar, muy en el fondo de su ser, una duda?
Alexander retomó la palabra y dijo, pensativo, -"Todos cometían excesos. El Orden, el Fenix Negro, la resitencia."-
-"... y vos..."- le susurró sínicamente al oído la voz del pasado.
-"Y nosotros."- admitió Alexander
Pero Valyghar no salía de su asombro: -"¿Ramgast? ¿"Holocausto"?" -
-"Ya lo había dicho La Bruja, cuando la enfrentamos en las ruinas élficas cercanas a Aldaron, ciudad de Tom Ramgast. ¿Lo recuerdas?. El apareció en el último momento, justo después de que interrumpieramos el ritual de La Bruja. Parecían conocerse y ella lo llamó así."-
-"...como olvidarlo..."- susurró irónicamente la voz del pasado.
Pero Alexander no se dejó molestar. En cambio, se preguntó: -"¿Por qué habremos encontrado estas cartas en este momento. ¿Sera esto un signo de los tiempos por venir?"-
-"Es historia..."- respondió cortantemente Valyghar.
-"No el Fenix Negro"- replicó Alexander
Pero la respuesta vino, una vez más, de la voz del pasado: -"¡Valyghar tiene razón! ¡Es historia! La historia de tus héroes y mentores, de los ejemplos que tan fielmente sigues: una revolucionaria fracasada y un genocida arrepentido."-
No se habló más. Los aventureros se limitaron a dar una útlima mirada al lugar, guardaron las cartas y siguieron su camino, no sin antes cruzarse con lo que parecía ser un estropeado mapa. Tras detenerse un par de segundo en descifrar las palabras que más claramente se entendían (las 10 millas de distancia, y el que una entrada estuviera de cara a Lansdow y la otra de cara Portuaria), gastaron algunos infructuosos momentos en intentar determinar su actual posición en dicho mapa. Pero nada parecía cuadrar, dadas las elecciones que habían tenido hasta el momento. Sin dejar que eso los apesumbrase demasiado, confiaron en que las cosas se aclararían y, guardandose el mapa para ellos, recogieron la antorcha-mágica para seguir explorando.
Saliendo por la puerta por la que entraron, el duo de aventureros se encuentra con dos opciones: volver sobre sus pasos por la derecha, o avanzar hacia la izquierda, por un nuevo túnel tan rústico como el anterior. Tras avanzar por este opción, se encuentran con una nueva disyuntiva en la que deciden mantener su paso y virar nuevamente a la izquierda. El pequeño tunel parece desender un poco y, tras pasar bajo el marco de una puerta inexistente, Valyghar y Alexander se enuentran en una nueva habitación.
-"¡He aquí la magnificencia del idealismo!"- exclamó burlonamente la voz del pasado a la mente de Alexander -"¡Hongos y hacinamiento!"-
Y es que, efectivamente, la imagen que veían resultaba bastante decadente. Una alargada habitación rectangular, con un techo incómodamente bajo, se encontraba plagada de putrefactas camas cucheta echas con barata madera. Apenas si había espacio para pasar entre las hileras de lo que parecía haber sido un barracón y que ahora servía de santuario unicamente al inagotable moho, todo tipo de pequeños insectos y abundantes cantidades de telarañas. Una muy ligera luz emitida por pequeños hongos luminicentes le daba el fantasmagórico acabado perfecto a un lugar que parecía haber sido abandonado a toda prisa.
Con solemnes y lentos movimientos avanzaron los aventureros hasta encontrar una nueva abertura en una de las paredes laterales, en el lado opuesto al que ellos había entrado.
Si bien el techo del nuevo túnel continuaba siendo incomodamente bajo, giraba en un códo rápidamente y, tras unos escalones que se hundían un poco más en la tierra y la obscuridad, daba lugar a una nueva sala.
Menos impactante que la anterior, lo que se manifestaba como el ex-comedor del complejo poseía algunas largas mesas de madera (todas ellas quebradas y vencidas por la podredumbre) y ningún señal de los fosforecentes hongos que habían dado el acabado espectral a la habitación anterior. En cambio, la cantidad de insectos y, por sobre todo, de telarañas parecía multiplicarse en compensación. Y el moho, presente en todos los rincones hasta ahora visitados, no se hacía extrañar tampoco.
La entrada que había llevado a los aventureros al antiguo comedor se encontraba en el medio de una pared. Había una salida en una de las paredes ayadecentes, a su derecha. Pero, tras demorarse un poco buscando por más mementos u objetos de valor, los aventureros no pudieron evitar encontrar una grieta en la pared opuesta aquella por la cual había entrado. La grieta era lo suficientemente ancha como para que pasara, con algo de esfuerzo, una sola persona, y parecía dar a alguna parte.
Ya se por curiosidad, presentimiento o mero afán explorador, ambos se aventuraron a la grieta...solo para notar que Valyghar nunca podría pasar allí con su ostentosa armadura puesta. Sin ver ningún peligro cerca (y confiado por no haber encontrado nada vivo aquí abajo... o, al menos, vivo y más grande que un hongo o un insecto) Valyghar precedió a removerse metódicamente la armadura y depositarla a una lado de la grieta.
Luego, ambos aventureros se adentraron, deslizándose entre las salientes del claustrofóbico pasaje para encontrar una pequeña cueva con forma de cono. Las paredes, hechas de sólida roca y cubiertas con densa telaraña, presentaban una serie de pequeños agujeros, posibles pasajes demasiado pequeños para ser utilizados por un humano normal. El suelo, denso y pegajoso, parece formado por una suerte de seda de la que los aventureros deben despegar sus botas con cada paso. Pero es precisamente allí, en el suelo, donde su corazonada se ve realizada y la luz de sus antorchas permite ver un reflejo entre la maraña blanca.
Valyghar no duda, y rápidamente alcanza lo que resulta ser una mano esquelética con un hermoso anillo en uno de sus dedos. Envuelta en blancos hilos de telaraña, la esquelética mano ofrece algo de resistencia para despegarse del suelo, pero Valyghar consigue arrancarla sin problema de sus sedosas cadenas. Aunque no sin pagar un coste: las vibraciones de la telaraña que inunda el suelo resuenan por las paredes y continúan hacia el interior de cada uno de los pequeños pasajes que los rodean.
Un suave y puntiagudo ruido, como varillas gentilmente golpeadas entre sí, comienza a inundar la pequeña caverna y, antes de que los dos guerreros terminen de comprender su error, ¡decenas de arañas, grandes como hombres, brotan de los docenas de agujeros en las paredes y comienzan su asalto!
Notas para recordar:
- Alexander le explica a Valyghar que puede utilizar magia.
- Alexander le explica a Valyghar qué son los Nodos Telúricos y como se conectan con los Jueces.
- Los personajes han expuesto y desarrollado sus posiciones políticas.
- Se encuentran y guardan las "Cartas de Rennan".
- Se encuentran en el 4° día de viaje.